El martes 15, pasado, estudiantes de la UNER, FELABEL, FEFLAS y de La Multitud, quisieron entregar una carta a la secretaria de Educación y fueron impedidos.
Un grupo de neo paleros, ante la permisiva Policía Nacional, apedrearon, golpearon y rociaron con orina a los jóvenes en una represiva acción que muestra el carácter intolerante y rastrero de sus planificadores.
Los jóvenes abusados invitaban a la ministra para que asistiera a la representación de un juicio que dilucidará su responsabilidad en varios asuntos; una forma creativa de cuestionar y condenar las acciones de la jefa de Educación, sin piedras, ni vidrios rotos, ni gomas quemadas.
Evidentemente que será condenada la funcionaria: por su silencio en el caso de la cuasi-tizanita del desayuno estudiantil, el escándalo de la casita en Cutupú y ahora, llevará culpas en la ‘meadita’ que dieron a los convocantes a la singular y pacífica protesta.
Este martes 22, cuando se celebrará el imaginario juicio moral, en la Plaza Omar Torrijos, del Malecón con Lincoln, estaremos presentes muchos y por varias razones: unos porque apoyan a los jóvenes en su protesta, otros por la leche que no es leche, y ahora se agregan más por la inservible clase de intolerancia que dieron a los jóvenes.
Voy pa’l juicio y vayan mis orines de todo un mes contra la gente rastrera que educa meando. CD
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