Si el desarrollo de República Dominicana es menor que el de países más pobres, como expuso ante la Cámara Americana de Comercio y Producción el empresario Celso Marranzini, el cuadro es dramático.
Más aún porque es posible que haya un engaño deliberado con la creación de una falsa percepción de bienestar a través de las cifras sobre el crecimiento económico. Marranzini atribuyó el deterioro social a la inconsistencia de las políticas públicas, a la baja calidad de la educación y a la propensión marginal a la corrupción.
Pero si es verdad que República Dominicana, con sus torres, mansiones de veraneo, vehículos de lujo y glamour al estilo Hollywood está por debajo en desarrollo de países más pobres, entonces el problema no es de apariencia.
Mejor sería no engañarse y afrontar la realidad tal cual es. EN
Publicado por: Sócrates Mercedes.-
Más aún porque es posible que haya un engaño deliberado con la creación de una falsa percepción de bienestar a través de las cifras sobre el crecimiento económico. Marranzini atribuyó el deterioro social a la inconsistencia de las políticas públicas, a la baja calidad de la educación y a la propensión marginal a la corrupción.
Pero si es verdad que República Dominicana, con sus torres, mansiones de veraneo, vehículos de lujo y glamour al estilo Hollywood está por debajo en desarrollo de países más pobres, entonces el problema no es de apariencia.
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