
Causó gran repercusión en Estados Unidos la noticia de que fue desmantelada una banda integrada por dominicanos que se dedicaba, con particular crueldad y sadismo, a robar a narcotraficantes, a los que despojaban de dinero y cocaína.
El grupo, encabezado por Franklin Acosta Vargas, de 36 años, llegó a conseguir más de mil 600 libras de cocaína y cuatro millones de dólares en diversos “tumbes” propinados a narcos locales.
Llama la atención que Acosta Vargas había sido repatriado en el 2000 por un caso de drogas, pero logró reingresar clandestinamente a Nueva York, donde consolidó su grupo.
Esta banda empleaba con efectividad técnica de investigación policial y hasta se hacían pasar por policías para ubicar y “apresar” a sus víctimas, a las que luego sometían a atroces torturas para obligarlas a señalar los lugares donde ocultaban dinero o drogas.
Es una pena que una comunidad tan laboriosa y sacrificada como la dominicana en Nueva York sufra el escarnio público derivado de la acción criminal de individuos que implantaron terror en esa urbe.
Al jefe y demás integrantes de esa banda les aguardan condenas entre 40 años de prisión a cadena perpetua, pero no hay forma de reparar el daño que han infligido al buen nombre de la comunidad dominicana. EN
El grupo, encabezado por Franklin Acosta Vargas, de 36 años, llegó a conseguir más de mil 600 libras de cocaína y cuatro millones de dólares en diversos “tumbes” propinados a narcos locales.
Llama la atención que Acosta Vargas había sido repatriado en el 2000 por un caso de drogas, pero logró reingresar clandestinamente a Nueva York, donde consolidó su grupo.
Esta banda empleaba con efectividad técnica de investigación policial y hasta se hacían pasar por policías para ubicar y “apresar” a sus víctimas, a las que luego sometían a atroces torturas para obligarlas a señalar los lugares donde ocultaban dinero o drogas.
Es una pena que una comunidad tan laboriosa y sacrificada como la dominicana en Nueva York sufra el escarnio público derivado de la acción criminal de individuos que implantaron terror en esa urbe.
Al jefe y demás integrantes de esa banda les aguardan condenas entre 40 años de prisión a cadena perpetua, pero no hay forma de reparar el daño que han infligido al buen nombre de la comunidad dominicana. EN
Publicado por: Sócrates Mercedes.-

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