La detención por supuesta extorsión de los comandantes y los subcomandantes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en Puerto Plata y San José de Ocoa exacerba la descomposición que se siente en el país. La detención de los oficiales, que no es la única de estos días, ocurre cuando se denuncia que fiscales cobran peaje para excluir o suavizar los sometimientos de delincuentes. A los casos de los comandantes de San José de Ocoa y Puerto Plata se suman el apresamiento de la dotación completa de la DNCD en Samaná bajo la acusación de recibir dinero del narcotráfico en la provincia, así como el sometimiento de varios agentes de Boca Chica que habrían dispuesto de cocaína incautada en operativos para venderla en la calle. Puede servir de consuelo que la DNCD no encubra a sus agentes involucrados en el narco, pero no deja de causar inquietud que el negocio penetre las esferas de poder. Es la propia DNCD la que ha denunciado que oficiales extorsionaban a la gente con sumas que oscilan entre 29 y 60 mil pesos para no implicarla en expedientes relacionados con el tráfico de drogas. Y puede darse por descontado que no es todo. El caso es que el asunto es grave y demanda la atención de las autoridades. EN
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