Un cuadro social deplorable

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Sin que nadie se llame a engaño, el cuadro social no puede ser más deplorable cuando en 23 meses la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) ha tenido que despedir a cinco mil agentes por estar vinculados al narcotráfico, y cuando muchachos de 11 años confiesan que la operación es su medio de subsistencia.

La verdad será muy dura de aceptar, pero las dos realidades son para que se vea con toda claridad la dimensión que ha alcanzado el narcotráfico. Desde cualquier punto de vista es un escándalo la cancelación en un periodo tan breve de unos cinco mil agentes antidrogas por sus supuestos vínculos con el narco.

Pero más desalentador aún cuando desde los 11 años muchachos de barrios marginados tienen que jugarse la vida en un negocio tan peligroso. Aún con los planes y medidas, el auge que ha cobrado el tráfico y distribución de estupefacientes es para que los sectores sensatos se pongan, siquiera en ese aspecto, en pie de lucha.

Por lógica puede deducirse quiénes son las víctimas del consumo de sustancias que afectan el cerebro y todo el tejido nervioso. Son los pobres, de quienes se sabe delinquen para comer. El asunto es grave. EN

Publicado por: Sócrates Mercedes.-

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