La crisis es mundial, está claro. España, que pedía mano de obra extranjera y facilitaba la situación de los inmigrantes ilegales con operaciones como "papeles para todos", empieza a recular. La oferta es la siguiente. Se ofrece al inmigrante que quede desempleado (y que está en situación legal) todo el dinero del subsidio de desempleo que le corresponda, en dos pagos. La condición es que vuelva a su país de origen y renuncie a regresar a España en un plazo de tres a cinco años. Se trata, insiste el Ministro de Trabajo español, en facilitarles el regreso a su país con un monto de dinero que en algunos casos podría permitirle empezar un proyecto o empresa propia.
Calcula el ministro del ramo que esa medida podría afectar/beneficiar a cerca de un millón de inmigrantes, puesto que se supone que al regresar, se llevan también a sus familiares directos. Y se asegura que después de pasado el plazo, puede regresar y recuperar la situación legal que ya tenía. Por ejemplo, si al momento de acogerse a este plan tenía el inmigrante residencia permanente, si decidiera volver a España a los cinco años, recuperaría ese estatus.
Las medidas están por aprobarse, -sólo se conoce lo que ha publicado la prensa-, y se aplicarían a partir de julio. Importante, el dato de los tres a cinco años. Ése es el plazo que parece que considera el ministro de Trabajo que España tardará en necesitar, de nuevo, mano de obra inmigrante. Más de 80,000 dominicanos viven en España. IAizpun . . . DL
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